Esta dicotomía surgió hace alguno años en la web para diferenciar a dos tipos de jugadores distintos que, por decirlo de alguna manera, tenían gustos tan disimiles que hasta se podían considerar rivales.
Según esta concepción clásica, los jugadores casuales son aquellos que se caracterizan por tener un interés pasajero por los videojuegos. Si juegan, lo hacen solo para tener un momento de esparcimiento, apretar un botón y distraerse unos minutos –a veces horas- de la realidad. Juegos populares como Candy Crush, por poner un ejemplo, o también Minecraft, suelen ser sus preferidos.
Un jugador casual no se fija tanto en esos gráficos por los que muchos videojuegos se destacan. En lugar de eso, prefieres los juegos simples y sencillos en los que no hay que fijarse objetivos a cumplir. Juegos es los que no haya que avanzar demasiado para llegar a la mejor parte. Buscan diversión instantánea.
Para un hardcore gamer, en cambio, los videojuegos constituyen su hobbie por excelencia, al que le suele dedicar muchas horas de su tiempo. Su nivel de expertise en este campo es tan alto que tiene lo que podríamos llamar una “cultura gamer: ha probado cientos de videojuegos, identifica cada uno de sus personajes, sabe todos los trucos, conoce las especificaciones técnicas de cada consola e incluso hasta intuye qué puede esperar de cada lanzamiento según su desarrollador.
Un jugador hardcore, entonces, es aquel que necesita de retos difíciles para su satisfacción. De títulos que tengan un cierto grado de complejidad, como Ninja Gaiden, Dark Souls, Demons Souls o Zelda. Juegos que pongan a prueba sus verdaderas habilidades forjadas con horas y horas de entrenamiento frente a la pantalla.
Sin embargo, esta dicotomía entre casual y hardcore es cada vez más difusa, y esto tiene que ver con un cambio propiciado por las propuestas de los nuevos lanzamientos. Si bien es cierto que hay juegos que todavía están más enfocados a un tipo de jugador que a otro, la tendencia genera es que los juegos estèn destinados a ambos tipos de jugadores. Por ejemplo, el Super Mario suele ser un juego que está hecho tanto para aquellos jugadores que solo quieren un rato de diversión, como para aquellos que no les importaría pasar horas y horas mejorando sus tiempos en los niveles (ver video https://www.youtube.com/watch?v=Boq3ghiTKHA) o intentando ser el número uno en los puntajes (ver video https://www.youtube.com/watch?v=7PUmN2xJX50).
En resumen, a mi modo de ver, ningún estilo es mejor que otro. ya que cada uno juega según sus tiempos e intereses. Lo verdaderamente importante es la calidad de los juegos en sí, y las horas de diversión que nos brindan. Basta con pensar en todas esas joyas clásicas como Mario Bros, Tortugas Ninjas, Pacman, Battletoads y Tetris.
¿Y tú qué opinas sobre este debate? Eres un casual gamer o un hardcore gamer? ¿O ambos?
Gabriel Agustín Mazzola 